domingo, 3 de junio de 2007

Tambor de fundamento:



Ceremonia importante de la Regla de Osha Según la tradición, una vez que se ha recibido al santo (una persona se ha iniciado en el culto de la Regla de Osha), es indispensable que sea reconocido como santero. Se celebrará un "toque de santo" (se ofrecerá una fiesta a los orishas), (se tocarán los tambores de fundamento o batá) y se efectuará la presentación del santero frente al dios Año, al espíritu de los tambores sagrados, que reconoce al creyente para que pueda practicar los cultos afrocubanos. Al comenzar el tambor los tamboreros se sentarán delante del trono que acoge a la deidad que será homenajeada y ejecutarán el Orun al orisha (esto no es más que los diferentes toques de percusión dedicados a los distintos orishas del panteón yoruba, comenzando por la deidad u orisha Eleguá (Elegbara) que es la primera y última en recibir homenaje y ofrenda en cualquier ceremonia. Una vez finalizado el orun los tamboreros se situarán en la sala o patio donde se desarrollará el tambor, ejecutando los diferentes toques a los distintos orishas, pero esta vez acompañados de los cantos que les corresponden que serán coreados por cada uno de los participantes en la festividad. Esta actividad religiosa, puede tener una duración 5 a 7 horas, donde algunos de los participantes podrán ser elegidos por el orisha que rige su cabeza para ser poseído por el mismo para que una vez en trance pueda transmitir los mensajes o consejos que se deberán tener en cuenta para el buen desenvolvimiento de su vida. Aunque el orisha que deberá hacer su aparición es el que está siendo festejado, los demás orishas del panteón yoruba también se podrán presentar con la misma finalidad. Cada orisha que se presenta recibirá su ritual de llegada y despedida. Al final del festejo se harán los toques de retirada que se bailarán con un cubo con agua, cuyo contenido se lanzará a la calle como símbolo de Ebó (limpieza del tambor y de sus participantes). La tradición exige que el toque termine antes del ocaso, a más tardar a las 6 de la tarde. Después de dicha hora pueden ocurrir cosas inesperadas de lamentables consecuencias. Al final se repartirán las frutas y dulces que permanecían en el trono, si es que los orishas entienden que deberán repartirse, de lo contrario puede suceder que tengamos la obligación de botarlo en el lugar indicado de acuerdo al Orisha que se le esté tocando. Se le da tambor a un Santo cuando a usted por cualquier causa lo haya ofrecido, por agradecimiento o haciendo una solicitud de cualquier cosa para obtenerlo. Cuando un Santo se lo pida en cabeza de otro. Cuando usted vaya a Orula y le diga el Olúo que tiene que dárselo a cualquier Santo, por salud, situación, o para obtener algo. Cuando en un Itá o registro le salgan las siguientes letras: 2, 9, 6, 5, 8; o cuando en un larishe o un adimú, el Santo se lo pida por salud o cualquier situación. El tambor es la música de los Dioses africanos. Allá en África todo se hace con tambores; también se toca tambor a los muertos, cuando por cualquier "Egun" lo pidan para el muerto; nunca se les toca dos veces seguidas, a no ser cuando haya un cadáver presente, que por cualquier motivo hubo que velarlo dos o tres noches seguidas hasta siete días en África. En Cuba cuando se le toca a Egun, se le toca un día, el otro día si se va a tocar debe ser para fiesta. Cuando usted va a tocarle a un Santo o a Eggun, si la misa es gratis o paga usted debe procurar, de una manera u otra, que esos tambores salgan comidos; llévele sus derechos a Osain y déle de comer Añá, que es el Santo que vive en el tambor. A usted le conviene que esos tambores salgan alimentados de su casa. Cuando usted da un tambor, debe procurar que a esos tambores le hagan un "Oro" sin canto a su santo. Es muy importante el motivo de este "Oro-seco", llamado así por tamboreos; es que "Ikú-lovi-osha", que quiere decir (la muerte parió al Santo), (el Santo nació de Ikú, de un final, de un sacrificio).
Así que este Oro-seco es para los muertos que están parados delante del Santo que se está tocando; y este Oro-seco debe ser siempre antes de las doce del día de la fiesta. Después de esto, queda abierta la fiesta. Añá, por tratarse de un tambor que no es igual a los demás, si es un santo; y este tambor es de Shangó, es de tierra, Agodó es un tambor de ciudad para fiesta; esta clase de tambor se fabricó en una forma, o sea, su secreto es uno y para muerto su secreto es otro, el mismo tambor, pero con distinto secreto; por eso ese tambor de fiesta que tienen en Cuba, no se puede tocar por la noche, porque de noche bailan los espíritus; es malo hasta para la persona que dé la fiesta, porque no sabe que por esa causa se comete una falta y no sabe lo que le traerá esa falta. Por eso, cuando usted toque con Batá, cuando lleguen las 7 o 8 de la noche, para ese tambor, que despidan el muerto con ellos, y siga con otros o es que usted tiene necesidad de seguir, pero que no sea Batá. Algunos fragmentos fueron tomado del folleto Iwayó a Yllalocha o Babalocha, "Aché" CITA Don Fernando Ortiz, la máxima autoridad del negrismo publicó, con prólogo del profesor Don César Lombroso (1905): “Los Negros Brujos”, un compendio de la mala vida y la brujería. Los actores, después de haber pasado por un proceso de transculturación, herencia de tres siglos, fueron manumitidos. Indesligable de las vivencias laborales la etnia cantaba dándose ánimo en el trabajo. Así es fundamental lo que éste señala: que “la sangre llama, aludiendo generalmente a la estimulación de unos supuestos glóbulos negros que al percibir los ritmos danzarios se precipitan en la circulación sanguínea y cosquillean los músculos hasta arrastrarlos al movimiento”. Cita el autor algo tan real:Nosotros, "los café con leche" heredamos de la genética negra el supuesto glóbulo blanco que el esclavo reprimió durante su cautiverio, y el mismo nos hace rivalizar con el más "pinto de la paloma". Una vez que aprendemos a repetir Iboru iboya ibocheche, creemos ser dueños del secretismo de la cosmología de la Regla de Osha

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